Acabo de despertarme tras haber
dormido 32 horas. Estoy en una cama extraña, navegando en el mar de mis errores,
cubierto por un millón de promesas que se han desvanecido sin previo aviso.
Contemplo en una gran pantalla los primeros años de mi juventud, en un país
desconocido, con el recuerdo del sabor de tus labios en mi piel y la cabeza a punto
de estallar, embotada por la resaca que han dejado los siete litros de cerveza
que pasaron por mi garganta anoche. Llevo echándote de menos 52 años, con 52
semanas de promedio en las que he aprendido todo el diccionario de memoria para
expresar del modo más correcto y con las mejores palabras que eres y serás el
amor de mi vida: incluso podría decirlo en todos los idiomas del planeta. Yo,
que he viajado al espacio y he cruzado galaxias para encontrarte y he dado la
vuelta al mundo varias veces a la caza de tu sonrisa, para caer al final en el
abismo de la invisibilidad.
Me levanto por fin de esa cama
torturadora, para volar con mis alas a la velocidad de la luz hacia la montaña
más alta y pregonar a los cuatro vientos que tu amor me ha seccionado la
yugular, desangrando mi confianza hasta quedar reducido a cenizas. Con el
tiempo, tu desesperante silencio también me ha hecho un hombre fuerte, capaz de
derrotar a cualquier adversario por invencible que fuera. He peleado por tu
cariño contra ejércitos armados, durante días solitarios y noches eternas,
consiguiendo no salir herido a pesar de tus ausencias, que quemaban mi piel con
la intensidad de un hierro al rojo vivo. Y a pesar de todo, sigo teniendo el
mismo aspecto joven y fresco que cuando nos conocimos, hace siglos, con la
inocencia flotando en la profundidad de tu mirada y cautivado por el olor de tu
piel.
Llego a casa de nuevo, con el
corazón congelado, tras construir un puente entre tu olvido y mi deseo; cierro
los ojos y consigo parar el tiempo recordando un primer beso que me proporcionó
la inmortalidad que ahora padezco, sin capacidad para envejecer al ritmo del
resto. Un animal sin sentimientos que recorre los años esperando encontrar los
papeles perdidos, la fruta prohibida y el sueño no cumplido. Un número anónimo,
que no quiere pasar a formar parte de esa lista en la que figura. Un ser humano
despojado de la memoria selectiva para recordar lo bueno, dejando lo malo al
cuidado de lo peor, sin posibilidad de redención para sus pecados.
Pero hoy se ha encendido una luz
que ilumina el universo. Llega desde lo más profundo del alma, recorriendo sin
descanso cada centímetro de mi piel para eliminar la pegajosa oscuridad que la
cubría. Es poderosa, deslumbrante y pura; viene además acompañada de una sensación
agradable, proporcionando de nuevo la confianza que desapareció cuando aquel
puñal de inconformismo atravesó mi pecho. Y mi mente se despereza, imagina remolinos
de felicidad, juega entre los árboles de la esperanza…
Acabo de leer el mensaje atrapado
en la botella de tu sinceridad. Es necesario recuperar esa visión despreocupada
de la vida, me dice. Si de verdad lo deseas, las mentiras pueden rebelarse y,
hastiadas de tanto engaño y desconfianza, transformarse en las verdades más
sinceras y maravillosas que una voz pueda entonar. Si de verdad lo quieres, no
tienes más que decirlo…
5 comentarios al respecto...:
"Inmortality
I make my journey through eternity
I keep the memory of you and me inside"
No hay nada más frustrante y descorazonador, que querer a alguien y no ser correspondido.
Tu lo intentas todo, pones en ese AMOR lo mejor de ti: amistad, cariño, respeto, apoyo, complicidad...
Con el paso del tiempo,llegas a asimilar ese desamor, pero te queda marcado para siempre.
Mientras tanto...,¿la esperanza de que algún día ese AMOR se haga realidad?. Un sueño "interminable"...
Mi canción: "Until Then..." de 7 & 5. (P).
Me ha gustado mucho esa frase de una canción preciosa que los Bee Gees compusieron para Cèline Dion: "guardo en mi interior el recuerdo de nosotros, de tú y yo..." Al menos queda el recuerdo para la eternidad. "And I won´t let my heart control my head. But you´re my only..."
Gracias por tu comentario!
Verdades que se convierten en mentiras con el uso... Mentiras transformadas en verdades vistas desde otro prisma. Al final lo que importa es ver la vida reflejada en otros ojos, aunque no siempre se encuentren cara a cara en el mismo lugar.
Gracias, P. Como siempre, la música me ha parecido preciosa.
Aunque a mi me cuesta entender esa forma de AMAR de la que habláis, en la que no sois correspondidos (no con ello quiero decir que yo siempre haya sido correspondida cuando me he enamorado, sino que tengo otra visión sobre el asunto), me puedo hacer una idea de lo que se siente, sobre todo porque hay una canción que habla sobre ello y me encanta:
'Cause I only feel alive
When I dream at night
Even though she's not real it's all right
'Cause I only feel alive
When I dream at night
Every move that she makes holds my eyes
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