Siempre que se acerca el último día del mes de Diciembre, ese momento en el que a todos nos da por engullir uvas
al ritmo desaforado de las doce campanadas, aparece con mayor o menor asiduidad la
lista de deseos o intenciones para el nuevo año que ahí comienza. El problema
es que en la mayoría de los casos se quedan en eso: en promesas, anhelos,
proyectos para iniciar o retomar alguna actividad que con la vida nueva del año nuevo se veían
factibles y luego, es la propia vida la que nos devuelve a la realidad para
demostrarnos que seguimos igual y ya habrá tiempo más adelante para volver a
intentarlo. Pero el tiempo es cada vez más caro...
Yo creo
que todos tenemos nuestra lista, sea física -en papel- o mental -en nuestro cerebro- y más o menos rea-lista,
de los deseos que queremos cumplir para ese nuevo año que vemos nacer. Es
cierto que ahora la mayoría de los pensamientos irían encaminados al
empleo, la mejora de la economía, el futuro para nuestros hijos... Pero me he
atrevido a elaborar una lista de 12 deseos para este 2012 que, aunque
algo utópica e irreal, engloba gran parte de las cosas que sería agradable
alcanzar no ya en el próximo año, sino de aquí a que se agoten el resto de
nuestros días. Y mi primer deseo es que os guste lo que he escrito. Vamos allá:
1.-
Comprar menos pesimismo y, aunque estemos en crisis, gastar más (incluso
derrochar) alegría
2.-
Tratar de ser feliz, al menos por un instante; por ejemplo ése que transcurre cuando me
abrazas por la noche en la cama
3.-
Completar en tu álbum mi colección de besos y abrazos
4.-
Apuntarme a un gimnasio, pero para entrenar mi corazón y que, fortalecido, no
se derrumbe ante el primer asalto de tu mirada
5.-
Aprender el idioma de tus caricias, dialogando cuerpo a cuerpo, recorriendo el
vocabulario que me enseña tu piel
6.-
Hacer un viaje a un lugar lejano. Tú y yo, transportados por nuestra
imaginación, con la maleta repleta de ilusión y sin más compañía que el
deseo
7.-
Vivir la mayoría de los días del año bajo la influencia de la "Triple E": Energía, Entusiasmo y Empatía
8.-
Olvidar mis miedos y descubrir que no soy el único, pero sí el más importante
9.-
Hacer varios cursos: de pintura, para pintar tu cariño; de cocina, para crear
la receta del amor verdadero y de escritura, para que salgan de mi mano frases
que valgan la pena
10.-
Ponerme a régimen, para adelgazar unos kilos de odio, dejando de comer
tanto egoísmo y rencor, incluyendo en mi dieta alimentos saludables,
como sinceridad, pasión y respeto
11.-
Alquilar libertad, ahorrar fe, canjear inocencia, vender pesadumbre y adquirir
tiempo
12.- Encontrarte,
al menos para recordar tu sonrisa....
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