3 de diciembre de 2010

WELCOME HOME, LeBRON

(AVISO PREVIO: ENTRADA CON CONTENIDO FRIKI SOBRE LA NBA. ABSTENERSE AQUELLOS QUE CREAN QUE NBA SON LAS SIGLAS DE "NUNCA BAJES ARCHIVOS" O COSAS ASÍ...)

Ya tenía ganas de hablar un poquito de mi tema preferido en alguna entrada. Hasta ahora me he "cortado" para no declarar abiertamente que soy un friki de la NBA. Mi gran pasión siempre ha sido el baloncesto; lo del fútbol es una afición actual que no tiene nada que ver con lo que siento por el deporte del "balón grande". Desde los 10 años que empecé a practicarlo, ya no he podido dejar de vivirlo de un modo intenso y ahora disfruto de manera distinta, escogiendo de aquí y de allá lo que más me gusta. Como la liga ACB (el producto nacional) está cada vez más de capa caída, recurro a la NBA para disfrutar de jugadas, jugadores y alegrías que, como en el caso de Gasol, no dejan de proporcionarnos semana a semana desde la mejor liga del mundo.
En alguna entrada previa en este blog he confesado ya mi absouta admiración por Earvin "Magic" Johnson, el genial guard (aunque podría jugar hasta de center) de Los Angeles Lakers al que consideré como un ídolo en la infancia (y no tan infancia). En realidad, el puesto de "base" sigue siendo el foco principal de mi atención y disfruto más si un equipo tiene un buen backcourt. Dejando aparte los gustos individuales, mis 3 point guards favoritos en el momento actual son Deron Williams (Utah Jazz), Chris Paul (New Orleans Hornets) y Rajon Rondo (Boston Celtics), aunque también podría incluir aquí a Derrick Rose (Chicago Bulls)... y no necesariamente en ese orden. Si pudiera escoger algo de cada uno para diseñar al base perfecto, sería aquél que tuviera el dribling de DWill (tiene un crossover imposible de defender...), la capacidad de penetración y rapidez de CP3 y la visión de juego y el pase de Rondo. Pero antes que estos tres (o cuatro) me quedo con la filosofía y el modo de entender el baloncesto de Steve Nash, eterno base de Phoenix Suns que para mí reúne en un solo jugador el talento necesario para ser el líder de un equipo y que éste juegue como tú deseas y bajo tu mando (en el fondo, el base tiene mucha culpa de la manera de jugar de un colectivo...)
Aparte de la negativa racha de los Lakers, esta semana los focos estaban sobre la vuelta de LeBron James a su, hasta el pasado año, casa oficial en la Liga: Cleveland. Para los que no estéis muy al tanto (si has llegado leyendo hasta aquí es que estás enterado de estas cosas...) la historia comienza a finales de la liga del pasado año, en el momento en que King James decide "abandonar" su equipo (Cleveland Cavaliers) para irse a los calores del Sur, a disfrutar en Miami Beach con los Heat de Dwyane Wade. Decisión ésta que supone una afrenta absoluta para la afición de Cleveland (incluso una traición) que comprueba impotente cómo su estrella, en la que habían depositado sus anhelos de conseguir un anillo, se "raja" y abandona el estado de Ohio. Pues resulta que, con este embrollo todavía candente, a Nike y al "rey" no se le ocurre otra cosa que rodar un anuncio titulado "What should I do?" ("¿Qué debería hacer?") en el que trata de justificar por qué tomó esa decisión de marcharse y dejando entrever que no se arrepiente de ello. Las críticas desde Cleveland han sido feroces e incluso el Dios del baloncesto, Michael Jordan, se encarga de responderle en otro video bajándole los humos y recomendándole que sea un poquito más humilde. Os dejo aquí ambos videos para que vosotros decidáis quién tiene razón... En mi opinión Michael le "mete caña" a LeBron por su comportamiento (os traduzco la respuesta de MJ; a LeBron se le entiende bastante bien sin traducir...)





Quizás es mi culpa
Quizás os hice creer que era más fácil de lo que parecía…
Quizas os hice creer que mi mate empezaba desde la línea de tiros libres, y no en el gimnasio
Quizás os hice creer que cada tiro que lanzaba era para ganar el partido,
que mi juego estaba construido en ‘flashes’ y no en el trabajo
Quizás fue mi culpa que no vierais que mi juego se basaba en una gran fe,
que en mi dolor estaba la motivación
A lo mejor os hice pensar que el basket es algo que jugaba un chico con mucho talento y no tenía nada que ver con el trabajo duro
Pienso que cada día de mi vida, quizás haya destrozado el juego
O simplemente, son todo excusas


Bueno, después de todo este rollo, a lo que íbamos: LeBron volvió ayer a su antigua casa y arrasó a su paso, anotando 38 puntos en 35 minutos de juego. Hubo insultos de todos los tipos y colores, pero con su actuación tapó la boca a sus antiguos fans y ayudó a olvidar un poco la decepcionante campaña que llevan este inicio de año los Heat de Miami; desde luego, mucho menos temibles de lo que se esperaba.
Hasta la próxima entrega, que hablaremos de temas para frikis para no variar.


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