19:32h Tras la ducha, he comenzado a caer en la cuenta de que dentro de un par de horas tengo que “enfrentarme a la bestia” No se me ocurre una buena excusa para justificar mi ausencia, pero de manera intuitiva mi mente sigue contemplando esa posibilidad. El miedo me atenaza…
20:12h Rememoro la última vez que sentí algo parecido; hace menos de un año, en circunstancias similares a las actuales, con la palabra “derrota” grabada en mi subconsciente y la sensación de fracaso haciendo mella en mi conciencia. Prometí no volver a pasar por un mal trago similar… y aquí estoy de nuevo.
20:44h Repaso una y otra vez en mi cerebro los papeles, con la lección aprendida; estoy convencido de que me voy a atascar con alguna palabra… y “circunscriben” tiene todas las papeletas para resultar ganadora.
20:44h Repaso una y otra vez en mi cerebro los papeles, con la lección aprendida; estoy convencido de que me voy a atascar con alguna palabra… y “circunscriben” tiene todas las papeletas para resultar ganadora.
21:07h Me he vuelto a mirar en el espejo por trigésima vez en diez minutos. La imagen que arroja no es precisamente la de un triunfador, pero tendré que aparentar seguridad, aplomo y cordura. El premio que voy a recibir así lo requiere…
21:16h En el coche camino del Auditorio. Sudor en las manos y mirada perdida en mi futuro inmediato ¿Y si le digo al conductor que cambie de trayecto y me lleve al aeropuerto?
21:29h Las butacas de la primera fila tienen un hueco reservado para mí. Respiro hondo y camino hacia mi patíbulo particular con la sonrisa más falsa esculpida a fuego en mi cara. Al parecer nadie se ha dado cuenta de mi pánico visceral a hablar en público. Ni siquiera esto me tranquiliza.
21:44h Falta un minuto… Presentación y salto al vacío sin red. Intento poner orden en el caos instalado en mi memoria: busco desesperado las notas escritas en el bolsillo de mi chaqueta. Sí… siguen ahí para rescatarme del blanco absoluto de mi lóbulo temporal.
21:45h <Señoras y Señores, reciban por favor con un fuerte aplauso al famoso escritor Mateo Diéguez, autor de best-sellers tan conocidos como "Claves para hablar en público: aprende a superar tus temores” o “Nadie es perfecto” Hoy será nombrado Hijo Predilecto de nuestra Ciudad, en recompensa a su encomiable labor en la difusión de nuestra cultura y todo lo relacionado con esta región. Entrega el premio el Excelentísimo Sr. Alcalde Don…>
21:46h Subo al estrado entre aplausos y palmadas en el hombro. Sabor metálico en la boca, luz cegadora en los ojos y un molesto pitido en ambos oídos: bajo estas circunstancias tan desfavorables dejo que surjan mis palabras. La “bestia” ha vuelto a rodearme con su cálido abrazo y no me va a soltar hasta dentro de quince minutos. He aprendido a no llevarle a contraria y dejar que tome posesión de mi cuerpo durante ese instante. Al fin y al cabo, mi timidez y yo somos viejos conocidos… Volverá a su refugio en cuanto termine mi discurso. Y entonces, solo entonces, volveré a ser yo mismo…
1 comentarios al respecto...:
Jodorowsky dice:
"Tu miedo termina cuando tu mente se da cuenta de que es ella la que crea ese miedo".
Por eso habría que convencer a nuestro protagonista de que se de cuenta que ese miedo escénico que tiene a hablar en público sólo está en su mente. ¿Sino como es capaz en la intimidad de escribir libros donde explicar como superarlo?. Resulta u tanto paradójico. ¿No creeis?.
Quizás y de igual forma que nos sucede a casi todos, saca lo mejor de si mismo cuando se desenvuelve en lo que se ha llegado a denominar "la zona de confort".
Esa zona que buscamos para poder estar tranquilos, relajados y sin presiones... Sin tener que demostrar nada a nadie...
De ahí mi canción para este relato: "Confort Zone" de General Fuzz.
Un Saludo.
www.youtube.com/watch?v=RgsXxf9_LBI
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