25 de abril de 2011

SUS LABIOS

"Me gustaría poder decirte que todo ha sido un sueño, uno demasiado bonito para haberme tenido a mí como protagonista. Pero no es un sueño pensar que te quiero, ni lo es sentir en mi alma que nunca podré llegar a olvidarte"
Rodeada del maravilloso ambiente oriental y místico de aquel club de Singapur, cayó en la cuenta de que su compañía masculina mentía mejor de lo que bailaba. El calor y la humedad de la noche se adherían al cuerpo, obligando al instinto a mantener una ingesta de líquidos adecuada para compensar la transpiración secundaria.
Con el final de la canción y la boca seca, abandonó la pista de baile y se dirigió a la barra; él la siguió, prisionero de su elegancia e hipnotizado por sus curvas. Un gesto fue suficiente para solicitar dos copas de champagne al camarero. Su silueta, enfundada en un llamativo vestido de color granate, era la prueba de que la Sensualidad había decidido pasar la noche en aquel local. Alzó su copa y propuso un brindis. Algo en su interior le pidió que desatara su imaginación y abriera el frasco de las mentiras que suenan a verdad: un "por nosotros" mirándole a sus ojos no estaría nada mal; aséptico y convincente... El juego le pareció tentador y malicioso... Ahora era ella la que mentía con el mayor de los descaros. "A continuación viene lo bueno", pensó: cerró los ojos y cuando el cristal acarició sus labios, recordó los de otro hombre, en otro país, no hacía tanto tiempo, mordisqueando su boca y esa sensación que tuvo de peligro ascendiendo por el cuello, al mismo tiempo que el líquido espumoso descendía ahora por su garganta. Nunca una copa de champagne había sido tan estimulante.
Volvió a la realidad; abrió los ojos, sonrió y suspiró de felicidad. Su acompañante todavía estaba allí, ajeno al submundo de recuerdos en el que ella se había sumergido. "Buen trabajo. Qué sería de la vida sin estas mínimas sensaciones que ocurren en la intimidad de tu cerebro, pero compartidas con ese cómplice a distancia que únicamente sabe lo que tú estás pensando..." Por un momento creyó haber hecho esta reflexión en alto, a viva voz. Pero no hubo respuesta por parte de aquel caballero de aspecto sudoroso y cansado.
Apuró el escaso líquido dorado que brillaba en la copa, recogió su pequeño bolso y se disculpó ante el incrédulo acompañante. La mentira le había recordado que tenía que hacer una llamada...  

5 comentarios al respecto...:

Anónimo dijo...

Y la canción que sonaba era una salsa....

"A quien van a engañar ahora tus brazos
a quien van a mentirle ahora tus labios
a quien vas a decirle ahora te amo
y luego en el silencio le darás tu cuerpo
detendrás el tiempo sobre la almohada
pasarán mil horas en tu mirada
sólo existirá la vida amándote
ahora quien

Y quien te escribirá poemas y cartas
y quien te contará sus miedos y faltas
a quien le dejarás dormirse en tu espalda
y luego en el silencio le dirás te quiero
detendrás su aliento sobre tu cara
perderás su rumbo en tu mirada
y se le olvidará la vida amándote
ahora quien

Ahora quien si no soy yo
me miro y lloro en el espejo
y me siento estúpido ilógico
y luego te imagino toda
regalando el olor de tu piel
tus besos tu sonrisa eterna
y hasta el alma en un beso
en un beso va el alma
y en mi alma está el beso que pudo ser

a quien le dejarás tu aroma en la cama
a quien le quedará el recuerdo mañana
a quien le pasarán las horas con calma
y luego en el silencio deseará tu cuerpo
se detendrá el tiempo sobre su cara
pasará mil hora en la ventana
se le acabará la voz llamándote
ahora quien… ahora quien…"

MIGUEL DÍAZ dijo...

En realidad, la cancion que suena de fondo tras beberse ella la copa de champagne es ésta (del mismo autor):

A quién quiero mentirle
Por qué quiero fingir que te olvidé
Trato de convencerme
Que estás en el pasado
Y del alma y la mente te borré
A quién quiero mentirle
Por qué quiero fingir que te olvidé
Trato de convencerme
Que no senti un amor tan profundo
Y quedaste en el ayer
Yo trato de olvidarte, yo de verdad lo intento
Pero no lo consigo
Gracias por la banda sonora del relato. Es magnífica...







Que no senti un amor tan profundo
Y quedaste en el ayer
Yo trato de olvidarte, yo deverdad lo intento
Pero no lo consigo

Anónimo dijo...

Es que esa es triste y muy lenta.... ¿no valdría la de Daddy Yankee "Lo que pasó pasó"?, jaja

Bueno, tú sabes mejor que nadie qué es lo que te inspira para tus relatos y la banda sonora la pones tú... aunque a mi me suena otra cosa, debo estar en otra emisora, jaja

Unknown dijo...

No voy a discutir acerca de si lo que sonaba era una salsa o no...;):)

Pero es que yo estaba escuchando esta otra: "Dj Vu" de Enigma...

"Dj Vu"...¿No es lo que le sucede a ella al cerrar los ojos y acariciar el cristal de la copa de champagne?

BESO.

MIGUEL DÍAZ dijo...

Muy bueno el juego de palabras! Seguro que a medida que saboreaba ese espumoso estaba recordando también el sabor de los labios de otro. Ese hombre del que no se puede olvidar, a pesar de la distancia y del paso de los años. Hay sensaciones, caricias e instantes que no se van de la mente por mucho que lo intentemos. Seguro que se te viene alguna a la memoria en estos momentos...

Gracias y un saludo!

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