16 de julio de 2015

"COMING HOME"

Hace poco me llamó la atención una frase que escuché en una película, que me hizo reflexionar sobre algo relacionado con mi momento de vida actual. Caí en la cuenta de que dicha frase, sacada de contexto, se podía aplicar a muchas otras situaciones que con toda seguridad transcurren en la vida de una gran cantidad de personas que viven su día a día de una manera, digamos, "poco convencional".

El film en cuestión está basado en hechos reales y es del año 2014: "American Sniper", dirigido por Clint Eastwood y titulado en España "El Francotirador". Su protagonista, el SEAL Chris Kyle (interpretado por Bradley Cooper) vive obsesionado por su trabajo, por defender a su país en la guerra de Irak. Una labor que no es otra que proteger a sus compañeros, desde una posición privilegiada, matando a potenciales objetivos que supongan una amenaza para su escuadrón. Un mortífero francotirador con la mejor puntería posible, para aniquilar adversarios con sus balas, fulminantes y certeras, mientras se convierte en leyenda entre los suyos por el número de bajas causadas entre las líneas enemigas.

En medio de esa guerra, sus periodos de vuelta a casa son cada vez menos duraderos y su esposa, embarazada, comienza a sentir que cuando él vuelve, su cuerpo está allí presente con ella, pero su mente sigue estando en esa devastadora e injusta guerra, a muchas millas de distancia, reviviendo situaciones peligrosas y recordando a sus compañeros.

Tras bastante tiempo en primera línea de fuego, con la mente saturada por la muerte y la desolación, llega un día de especial crueldad y dureza en el que contacta por teléfono con su mujer. En esa conversación, le confiesa su sentimiento más sincero: "estoy preparado. Estoy preparado para volver a casa". Una frase que suena a verdad, a hastío, a arrepentimiento sincero y a nostalgia de una vida convencional, de unos brazos donde descansar y olvidarse de tanta tristeza.

Y esa frase, tan sencilla y a la vez tan categórica me ha recordado mi guerra, salvando las distancias: un periodo tormentoso y complicado de mi vida, en el que los problemas se subían a mis hombros y no me permitían caminar con soltura, transformando mi carácter y modificando mi enfoque vital, hasta el punto de convertirme en alguien diferente al que yo conocía.

Pero ahora yo también deseo volver de nuevo a casa: volver a la "sencillez" de los días tranquilos y despreocupados, volver a compartir esa infancia que nunca se ha ido por completo, porque hay dos personitas que me la traen a diario a la puerta de casa.Y, sobre todo, volver a tus abrazos y a tu calmado enfoque de la vida, volver a hacerte el amor y a deshacerte el desamor. Volver, en definitiva, a casa. Una casa a la que he dejado un poco de lado y a la que he echado de menos, a pesar de estar dentro y fuera, al mismo tiempo; pero una casa que no debería haber dejado nunca: ni en cuerpo  ni en mente, porque es donde siempre quiero estar. Donde siempre encontraré alivio, comprensión y cariño.

2 comentarios al respecto...:

Unknown dijo...

Me gustó mucho esta película y de ella se puede extraer una idea bien clara:

"En ningún sitio como en casa", entendiendo "casa" como el lugar de vuelta a la normalidad, a la tranquilidad, al sosiego y principalmente al AMOR, a la comprensión y al apoyo incondicional.

Mi canción para este relato: "Waiting for you" de Arshia Alipour.

https://www.youtube.com/watch?v=B4PqZ3mS8DY

Y es que en esta película, ella siempre lo estaba esperando.






MIGUEL DÍAZ dijo...

Yo también entiendo "casa" tal y como tú la defines, con lo que estoy completamente de acuerdo contigo.
Es verdad que en la peli ella siempre lo está esperando. Qué pena que acabe como acaba...

Un abrazo!

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